Los días sin fotos

Hay días, tardes de toros, que no tienen fotos, que pasan pocas cosas y que, igual, las que pasan no las pillas. Días que vas con menos ganas, que no lo ves claro; que no das una, por resumir.

La ganadera con su hijo Tomás al fondo. Esta foto es prima hermana de esta de una rama de los Fraile.

Luego resulta que algo hay. No es de acción, no hay una tensión terrible en el rostro de un torero, no hay un natural perfecto, pero la foto cuenta cosas. Y mola. O a mí me mola, que es muy diferente.

Me gusta sobre todo por los personajes, por su dedicación al toro, a un tipo de toro muy concreto, por su fidelidad. Están alejados de los circuitos de las figuras, del indulto nuestro de cada día, de las cuatro-orejas-y-dos-rabos y de las cumbres periódicas/diarias, pero creen en lo que hacen. Eso mola.

El mayoral de Prieto de la Cal

Yo no lo conozco, pero seguro que el Mayoral está en la misma onda.

Al final siempre hay tres o cuatro cosas que se salvan. De tanto que se dispara, claro.